El epicentro de estas fiestas está junto a los fogones, empieza en la cocina, con los olores navideños y los cálidos recuerdos. ¿Queréis saber porqué?

Seguramente las cosas más interesantes en una casa pasen, en gran parte, en la cocina…

¡La clave está en los recuerdos!
…Y sino pararos a pensar en vuestras primeras relaciones con la comida y seguro que os empiezan a surgir emociones: mamá amamantándote entre mimo y mimo, los juegos de papá entre cucharada y cucharada, los canalones de la abuela… oh, aquellos canelones… seguro que entre recuerdo y recuerdo aún tenéis el del olor del plato favorito de la abuela.

Pues, la comida y el cocinar, salvo casos excepcionales, liga recuerdos cargados de emociones positivas, olores agradables, risas… Todas esas emociones resurgen cuando cocinamos aquel plato que hacía la abuela o aquella chocolate caliente de los domingos que hacías con la ayuda de tu papá y blablabla. Y en fiestas aún es más así!

La navidad y la nochebuena, es uno de los momentos más esperados por todo el mundo, en el que nos esforzamos por hacer las comidas más especiales del año – por juntarnos con los seres queridos, por hacer regalos, por amar, por recordar y revivir… Sí, revivir todos los recuerdos de nuestra infancia e inocencia que nos alimenta el ahora y nos la devuelve.

… Y aquí seguimos un año más con vosotros, en el centro de la cocina, intentando hacer menos ruido para escucharos más.

¡Feliz navidad y feliz año nuevo!

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